El comienzo de un nuevo año es una excelente oportunidad para reflexionar. Es el momento de identificar y hacer más de lo que te funcionó bien el año pasado. En lugar de obsesionarte con lo que no funcionó o fijarte objetivos exagerados que quizá no sean relevantes para ti, céntrate en lo que te elevó el año anterior. No te agobies con los ideales y la perfección. Cuando entres en el prometedor reino de 2024, piensa en seguir trabajando para dominar esas habilidades. He descubierto que centrarme intencionadamente en mis puntos fuertes me ha ayudado a navegar en los buenos y en los malos momentos, así que permíteme explicarte lo que eso significa en tres pasos clave:
Se mas Intencional
Nunca esta de mas recordar la importancia de ser intencional en el día a día. Garantiza que cada decisión que tomes esté en consonancia con tu visión global de tu carrera profesional y tu vida en general. También te ayuda a gestionar tu tiempo de forma más eficaz, añadiendo a tu lista de tareas pendientes sólo las cosas que más te importan. Es esencial empezar el año teniendo claros tus objetivos profesionales. ¿Qué pretende conseguir y cómo se alinean estos objetivos con sus aspiraciones más generales? Al establecer objetivos intencionados, te proporcionas una hoja de ruta que guía tus acciones y decisiones a lo largo del año.
Enfocate en lo que podes controlar:
En un mundo lleno de incertidumbres externas, es importante centrarse en lo que se puede controlar. Los seguidores de la filosofía estoica sugieren que la práctica clave es diferenciar entre lo que puedes cambiar y lo que no. La mayoría de las veces, puede que te encuentres malgastando energía en cosas que escapan a tu influencia, poniéndote ansioso por amenazas potenciales o dándole vueltas al pasado que no puedes cambiar. En lugar de eso, puede empezar hoy mismo a reorientar sus esfuerzos hacia áreas en las que puede tener un impacto tangible. Al concentrarte en los aspectos controlables de tu vida, ganas confianza, tiempo y energía para trabajar en las cosas que sí puedes cambiar. Cuanto menos tengas en qué centrarte, mejor. Identifica esas grandes rocas que te harán sentir más satisfecho al final del día.
Aprovecha tus puntos fuertes
El último consejo es que te centres en tus puntos fuertes. Piensa en cómo tus puntos fuertes pueden ayudarte a ser más reflexivo y productivo en tu trabajo. No hace falta que empieces de cero cada año. En lugar de eso, reflexiona sobre las experiencias que te han llevado hasta donde estás hoy. Mantente en contacto con las conexiones que has hecho y utilízalas para apoyar tu crecimiento. Como sugiere Tony Robbins: «Si quieres elevar tu rendimiento, rodéate de gente que ya esté destacando en el área que deseas». Esfuérzate por cultivar y perfeccionar tus puntos fuertes, convirtiéndolos en activos valiosos que contribuyan a tu éxito profesional.
Al embarcarte en un nuevo año, 2024, intenta incorporar intencionalidad, centrarte en lo que puedes controlar y aprovechar tus puntos fuertes. Si adoptas estos principios con celo y compromiso, se convertirán en catalizadores del crecimiento personal y profesional, al tiempo que te ayudarán a gastar menos energía y estrés. Siguiendo la intencionalidad como guía y centrándose en lo controlable como ancla, podrá perseguir la maestría y navegar por los retos y oportunidades que le presente el nuevo año. Que 2024 sea para vos un año de éxito estratégico, realización personal y triunfo profesional.