En el vertiginoso mundo de los negocios, en el que las reuniones dominan a menudo nuestras agendas, la capacidad de sortear el estrés y la ansiedad se convierte en una habilidad crucial. Imaginate que pudieras utilizar los rituales, al igual que en el deporte, como poderosas herramientas no sólo para aumentar la productividad, sino también para aliviar la tensión que acompaña a las reuniones de alto nivel y superar el miedo a hablar en público.
En este artículo te cuento el poder transformador de los rituales, explorando cómo pueden ser tu arma secreta para vencer el estrés y la ansiedad en el lugar de trabajo y, en última instancia, allanar el camino hacia reuniones más eficaces y armoniosas.
Ethan Kross, en su libro «Chatter», explora diversas estrategias para gestionar la voz interior que contribuye a la ansiedad, el estrés y la negatividad. Un método eficaz es incorporar rituales a la jornada laboral para aumentar la sensación de control.
Los rituales proporcionan un marco estructurado que puede ayudar a las personas a navegar por las incertidumbres de su trayectoria profesional. Consisten en una secuencia rígida de comportamientos que a menudo se realizan en el mismo orden.
Cómo crean los rituales una sensación de control
Establecer una rutina matutina o un ritual previo al trabajo puede crear una sensación de control y estabilidad, contrarrestando el caos que suele acompañar a los retos profesionales.
Kross sugiere que los rituales afectan psicológicamente a las personas, ya que las mantienen en el momento presente y reducen el impacto de las situaciones estresantes. Los rituales pueden influir positivamente en el rendimiento en situaciones de gran presión al proporcionar una sensación de orden y control.
Por ejemplo, cuando yo participaba en competiciones de patinaje sobre ruedas, tenía el ritual de llevar la misma ropa, comer lo mismo la noche anterior y el día del evento, y llevar un cachorro de juguete. Del mismo modo, Rafael Nadal, un famoso tenista, tiene un ritual previo al saque de complejos tics. En su libro de 2011 titulado «Rafa: Mi historia», explicó que le ayuda a entrar en la mentalidad adecuada para un partido: «Es una forma de situarme en un partido, de ordenar mi entorno para que coincida con el orden que busco en mi cabeza». El nadador olímpico Michael Phelps también declaró seguir estrictos rituales durante los 210 minutos previos a cualquier carrera.
Los rituales influyen en nuestro cerebro, reduciendo los niveles de cortisol y fomentando una sensación de calma, haciendo que las personas se sientan menos ansiosas y tengan un ritmo cardiaco más bajo. Al comprender la ciencia que hay detrás de esta práctica, ¿por qué no utilizarla en el lugar de trabajo, para mejorar tu rendimiento durante reuniones y presentaciones?
Formas de aplicar los rituales para reducir la ansiedad en el trabajo
El panorama profesional suele ser impredecible, pero se pueden adoptar ciertos rituales para mantener la calma y superar los retos con la mente despejada. Uno de estos rituales, muy utilizado en la industria manufacturera, es la limpieza. Lo he explicado con detalle en mi libro 5S Your Life. Si limpias y organizas tu puesto de trabajo de forma estandarizada antes o después de tu turno, puedes reducir las distracciones y las dudas, y mantener la mente despejada. Este ritual puede aplicarse a cualquier puesto de trabajo u oficina en casa, asegurándote de que no hay nada en tu mesa excepto el ordenador y la botella de agua antes de empezar el día.
Otros rituales que puedes adoptar son respirar profundamente y mirarte al espejo durante dos minutos antes de una presentación, hacer la postura del poder de Amy Cuddy o dedicar 15 minutos de tu jornada laboral a preparar tu lista de tareas y programarla en tu calendario o en tu app preferida no olvidartelo.
Las pequeñas acciones y hábitos pueden tener un gran impacto en nuestro bienestar mental, especialmente en entornos profesionales donde la ansiedad puede ser frecuente. Tanto si se trata de un simple ritual antes de una reunión importante como si es para relajarse después del trabajo, estas prácticas pueden crear un efecto dominó positivo en nuestro bienestar general. Al adoptar y personalizar estos rituales, podemos cultivar una mentalidad más tranquila y, en última instancia, prosperar en nuestras carreras.